LA EDUCACIÓN AMBIENTAL ES un proceso permanente en el cual los individuos y las comunidades adquieren conciencia de su medio y aprenden los conocimientos, los valores, las destrezas, la experiencia y también la determinación que les capacite para actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los ambientales presentes y futuros.
SE MANIFESTÓ POR PRIMERA VEZ LA NECESIDAD de la Educación Ambiental en la Cumbre de Estocolmo de 1972, y desde entonces el concepto y la metodología en Educación Ambiental ha ido evolucionando junto con el propio concepto de Medio Ambiente y con ella la figura del educador ambiental.
PARA SER EDUCADOR es necesario ser un poco todoterreno y valerse de múltiples destrezas, habilidades sociales y conocimientos para desenvolverse con facilidad en esta profesión. Y como ocurre con todas las profesiones relacionadas con la educación, conlleva un importante factor vocacional.
LAS PRINCIPALES FUNCIONES del educador ambiental se pueden resumir en:
CONCIENCIAR, sobre la problemática ambiental actual y los efectos de nuestro comportamiento en el Medio Ambiente.
SENSIBILIZAR, acerca de la fragilidad de nuestros recursos naturales y la desigualdad de acceso a los mismos en los diferentes países.
EDUCAR, a través de comportamientos responsables y respetuosos con nuestro entorno que podemos realizar de forma cotidiana. Es importante saber qué podemos hacer nosotros para aportar nuestro grano de arena.
FORMAR, gracias a los conocimientos sobre química, biología o geología, que nos ayudan a comprender cómo funciona nuestro planeta, y que además puede despertar vocaciones por el mundo de las ciencias.
ENTRETENER, ya que el factor lúdico es imprescindible a la hora de atraer la atención de los participantes en una actividad y fomentar su curiosidad, especialmente si son niños. Si es de una manera amena, todo se comprende mejor.